Solfeo es el estudio y práctica propios de la educación musical. Es llamémosle la base para otros estudios como pueden ser tocar un instrumento, canto, armonía, contrapunto, composición… etc. El Solfeo sería aprender a leer este lenguaje universal que es la música y cada avance o método siguiente del mismo perfeccionar la lectura o lenguaje. Unas personas querrá aprender sólo Solfeo, otras querrán aprender a tocar un instrumento después. Supongamos que después de Solfeo queremos estudiar Armonía. Pues bien, comenzaría un nuevo estudio con un primer tratado donde se aprendería a clasificar acordes según tipo o importancia y enlazarlos. Para que en un segundo tratado armónico pueda seguir perfeccionando o dicho de una manera logrando más técnica armónica y así sucesivamente todos los tratados armónicos. En Solfeo aprendemos a leer y entonar una sola voz. En armonía a utilizar la simultaneidad de sonidos. Hemos engrandecido la base musical. Ahora podremos optar por complementar otra serie de estudios y entre todos sería más sencillo enfrentarnos al estudio de la composición.
Ni todo es así realmente aunque puedan coincidir cosas como las que he escrito, incluso pueda ser un orden natural de aprendizaje, sin embargo, ni todas las personas tienen las mismas capacidades de aprendizaje, ni los mismos dones para el arte y ni la misma forma de estudio. No voy a poner de ejemplo a alguien que por ejemplo idee canciones sin saber escribir música o ni siquiera haya estudiado Solfeo, probablemente tenga unas virtudes musicales, pero no estaríamos en el marco de lo técnico y además lógicamente no podría presentar una composición que tenga en su cabeza sin poderla escribir o mostrar a los demás músicos para por ejemplo ejecutarla. Pero si pongo de ejemplo a quien avanza más rápido en estudios básicos o tenga virtudes que marcan esas diferencias, como tener facilidad de entonación y rítmica, poseer buena recepción auditiva musical a los que comúnmente decimos «tener buen oído» y como no, como en la vida misma, quien se presta y se atreve a probar por sí solos experimentando ideas, incluso creativas para plasmarlas en un papel pautado. Con ideas teóricas, ayuda de libros en la era que vivimos de la comunicación… también se puede ser autodidacta. Debe tener un don o dones grandísimos dicha persona si escribe música a un gran nivel sin haber estudiado composición. Lo normal aun teniendo virtudes es que se necesite mínimo ganar o adquirir técnica compositiva. Hacerlo muy bien (bien, sólo existe una forma, completa o incompleta) requiere estudio.
Volviendo a esta entrada o post, que ya he creado bastante contenido casi sin darme cuenta… lo cual es un arma de doble filo, si bien pueda haber entretenido a alguien leyendo o lo que es más probable haya aburrido a todos. Pues bien, regresando al tema, que es el Solfeo, el método que presento y que pasaré a mostrar es de Hilarion Eslava. Según los músicos veteranos es un método de fácil aprendizaje porque van variando los ritmos en cada ejercicio o lección reduciendo el valor de las figuras pero la melodía siempre son las dos o tres mismas en todo el método. Realmente eso ocurre en el primero, en el resto de métodos no. Pero bueno, pondré por separado la presentación del primero y otra con todos al completo para así facilitar si alguna persona por un casual esta leyendo y es novel. Para ello haga clic en el siguiente enlace:
Enlace – Solfeo Hilarión Eslava
Suerte y que le sea útil a quien lo necesite.